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Una Locución Interior es una revelación privada escuchada o recibida internamente, que devemos verificar antes de se determinar cualquier reconocimiento o significación.

El Catecismo de la Iglesia Católica (CIC) explica:

Al largo de los siglos hubo revelaciones llamadas “privadas”, algunas de las fueron reconocidas por la autoridad de la Iglesia. No pertenecen, sin embargo, al depósito de la fe. No es la función mejorar o completar la Revelación definitiva de Cristo, sino ayudar a vivirla más plenamente en un cierto período de la historia. Guiado por el magisterio de la Iglesia, el sensus fidelium sabe discernir y acoger estas revelaciones que constituyen un auténtico llamado de Cristo o sus santos a la Iglesia. La fe cristiana no puede aceptar “revelaciones” que pretendan superar o corregir la Revelación que Cristo es el cumplimiento, como es el caso de ciertas religiones no cristianas y también de ciertas sectas recientes que se basan en tales “revelaciones” (CIC 67).

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Tuve una locución del Padre, cuatro de Cristo, muchas del Espíritu Santo y una de la Santísima Madre. Los mensajes fueron cortos, claros e proactivos.

El Espíritu Santo me pidió para escribir a Filipinas en Filipino en Su última locución.

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