______________________________________________________________

Compilé cuatro mensajes fechadas de Nuestra Señora de Anguera sobre el futuro cisma de la Iglesia Católica Romana, y recuperé las frases claves de los mensajes para facilitar la lectura.  La Iglesia es el objetivo objetivo de Satanás.

______________________________________________________________

22 de Marzo de 2007

La Iglesia será sacudida y una gran división se dará.

29 de Marzo de 2008

Usted vive en los momentos de grandes tribulaciones. No vaya lejos del Señor.  Una gran nave se dividirá en dos, y la hora de la gran tristeza vendrá a Mis pobres hijos.

31 de Marzo de 2008

Una roca llegará a una gran nave, que se romperá en dos y habrá gran sufrimiento para Mis pobres hijos . . .  Lo que he predicho en el pasado llegará a pasar.

8 de Julio de 2008

Cuando el reino se divide, habrá un gran desorden entre los líderes religiosos.  Muchos hombres y mujeres fieles vagarán sin rumbo, llenos de dudas.  No sabrán en qué lado estar.  Una herida se abrirá en el corazón de la Iglesia.

______________________________________________________________

­­­­­­­­­­­­­­

Las diferencias irreconciliables entre los prelados causarán el cisma, y la Iglesia fundada por Cristo será herida pero no perecerá.  Ora al Espíritu Santo por el Discernimiento, porque el Cuerpo Místico de Cristo necesita el don de discernimiento de espíritus en El Fin de los Tiempos debido a la proliferación de los falsos profetas.  El discernimiento es una habilidad sobrenatural para distinguir entre la verdad y el engaño, el bien y el mal, y determinar si la fuente detrás de ellos es divina, humana o satánica.  Muchos Cristianos prescinden de este charisma, porque es tan sobrenatural en origen y manifestación que ellos no pueden lo entender en forma naturalista, y la iglesia pierde cuando el don no se ejerce. San Juan nos aconseja: “Queridos míos, no se fíen de cualquier inspiración.  Examinen los espíritus para ver si vienen de Dios, porque andan por el mundo muchos falsos profetas”  (1 Juan 4:1).

______________________________________________________________