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El fallecido Padre Gabriele Amorth, el exorcista jefe de Roma, ha jugado una gran batalla entre el bien y el mal, realizando 70.000 exorcismos durante 30 años. Ha notado un creciente número de jóvenes que están bajo la influencia del mal.
“El mundo debe saber que Satán existe, Padre Amorth dijo a la Agencia Católica de Noticias (ACN) en 2011. El diablo y los demonios son muchos y tienen dos poderes, lo ordinario y lo extraordinario. El poder ordinario es el tentar un hombre para distanciarlo de Dios y llevarlo al Infierno. Esta acción se ejerce contra todos los hombres y mujeres en todos los lugares y religiones. Los poderes extraordinarios actúan cuando Satán enfoca su atención en una persona. El exorcista categorizó la expresión de esa atención en cuatro tipos: posesión diabólica; vejación diabólica como en el caso del Padre Pío, que fue golpeado por el diablo; obsesiones para llevar a una persona a la desesperación y la infestación, y la ocupación por el diablo ocupa un espacio, animal o objeto”.
Padre Amorth dijo que las ocurrencias extraordinarias son raras pero están aumentando. Está preocupado por el número de jóvenes afectados por Satán a través de sectas, sesiones y drogas. “Dios ha prometido que nunca permitirá tentaciones mayores que nuestras fuerzas.” Él da orientación que todos pueden usar para luchar contra Satán.
Las tentaciones son derrotadas primero evitándolas, y segundo con la oración. Llos Cristianos tienen una ventaja con la biblia, los sacramentos, los dones y los carismas del Espíritu Santo, y la oración incluyendo la Misa.
“Jesucristo” es el nombre que el exorcista llama más a menudo a expulsar demonios, pero se vuelve a los santos para asistencia. El Papa Juan Pablo II ha demostrado ser un intercessor poderoso. He preguntado a Satan, “¿Por qué tienes tanto miedo de Juan Pablo II?” “Interrumpió mis planes con la caída del comunismo en Rusia y Europa del Este. Sacó a tantos jóvenes de mis manos”, Satán concluyó.
¡La Santísima Madre es la intercesora más poderosa! El exorcista preguntó a Satán, “¿ Por qué estás más asustado cuando invoco a Nuestra Señora que Jesucristo?” “Estoy más humillado de ser derrotado por una criatura humana que por Jesus”, Satán dijo.
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