Parábola de los Obreros de la Viña

______________________________________________________________

______________________________________________________________

“Porque el reino de los cielos es semejante a un hacendado que salió muy de mañana para contratar obreros para su viña.  Y habiendo convenido con los obreros en un denario al día, los envió a su viña.  Y salió como a la hora tercera, y vio parados en la plaza a otros que estaban sin trabajo;  y a éstos les dijo: ‘Id también vosotros a la viña, y os daré lo que sea justo.’ Y ellos fueron.  Volvió a salir como a la hora sexta y a la novena, e hizo lo mismo.  Y saliendo como a la hora undécima, encontró a otros parados, y les dijo: ‘¿Por qué habéis estado aquí parados todo el día sin trabajar?’ Ellos le dijeron: ‘Porque nadie nos contrató.’ El les dijo: ‘Id también vosotros a la viña.’ Y al atardecer, el señor de la viña dijo a su mayordomo: ‘Llama a los obreros y págales su jornal, comenzando por los últimos hasta los primeros.’ Cuando llegaron los que habían sido contratados como a la hora undécima, cada uno recibió un denario.  Y cuando llegaron los que fueron contratados primero, pensaban que recibirían más; pero ellos también recibieron un denario cada uno.  Y al recibirlo, murmuraban contra el hacendado,  diciendo: ‘Estos últimos han trabajado sólo una hora, pero los has hecho iguales a nosotros que hemos soportado el peso y el calor abrasador del día.’ Pero respondiendo él, dijo a uno de ellos: ‘Amigo, no te hago ninguna injusticia; ¿no conviniste conmigo en un denario? ‘Toma lo que es tuyo, y vete; pero yo quiero darle a este último lo mismo que a ti.  ‘¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo que es mío? ¿O es tu ojo malo porque yo soy bueno?’  Así, los últimos serán primeros, y los primeros, últimos” (Mateo 20:1-16).

______________________________________________________________

El propietario pagaba el mismo salario a todos los trabajadores, un acto de misericordia y no de injusticia, representando a Dios, cuya gracia y misericordia se muestran sobre la humanidad.

La eternidad celestial es la misma para todos los elegidos. El ladrón buemo en la cruz tuvo un momento de arrepentimiento y fe en Cristo y recibió la eternidad celestial.

______________________________________________________________

Los trabajadores representan a las personas, y el propietario representa a Dios, quien fue justo con el primer grupo de trabajadores, generoso con los grupos intermedios y compasivo con el último grupo. Cristo, que dará a cada persona una audiencia privada en la próxima Iluminación de la Conciencia, es justo, generoso y compasivo. La Iluminación de la Conciencia representa la Misericordia de Dios para con la Humanidad.

Cristo nos invita a la Conversión, la Penitencia y la Oración ante la Iluminación de la Conciencia.

______________________________________________________________

Emula a Dios en justicia, generosidad y compasión.

______________________________________________________________

This entry was posted in Español and tagged . Bookmark the permalink.