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Visité Fátima en Junio de 1975, cuando tenía 21 años. Yo fui acólito de una misa celebrada en el Santuario de Fátima. Luego el celebrante y yo oramos en el lugar donde la Santísima Madre aterrizó el 13 de Mayo de 1917, y Satanás me atacó allí. “Eres malo. . . “Eres malo.” Él es tan malo. . . ¡EVITA A SATANÁS!
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Capilla de Fátima donde la Santísima Virgen se posó sobre una encina el 13 de Mayo de 1917.
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Yo tenía pecados, pero no merecía un trato tan horrible. Satanás me tendió una emboscada con tanta angustia que sentí que moriría si la angustia duraba más. Un grupo estaba rezando en la capilla, y yo era la única persona a la que Satanás apuntaba. Me desperté recientemente a la 1 de la mañana soñando con el evento que sucedió hace unos 50 años, e inmediatamente recé un Ave María, pero no pude dormirme hasta las 6 de la mañana.
Los demonios le dijeron al difunto padre Gabriele Amorth, un reconocido exorcista jefe del Vaticano, que la Santísima Madre es el enemigo al que Satanás más temía, porque encarna la humildad, la obediencia y la dedicación total a Dios. Su papel como Madre de Jesús la convierte en una pieza clave en el plan de Dios para derrotar al mal.
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Manuel Silveira 